Contempla el atardecer desde Cirkelbroen, un puente para bicis y peatones cuya estructura se asemeja a los mástiles de un barco. Foto: Shutterstock

Las mejores cosas que ver en Copenhage

Desde el diseño hasta su apuesta por la sostenibilidad, esta ciudad escandinava es un nido de frescura

by Shandana A. Durrani

Al igual que otras ciudades escandinavas, Copenhague (Dinamarca) es estilosa hasta en su último rincón. Gracias a un gusto por el diseño que se remonta a la década de 1950 (piensa en Verner Panton y Finn Juhl) y la estética de su gente, que se toma la moda muy en serio, la capital danesa hará que gires la cabeza para contemplar sus muebles de diseño y a sus
atractivos habitantes.  

Aunque Copenhague cuenta con menos población que su vecina sueca del norte, no merece menos la pena dedicarle una escapada urbana. Los daneses son conocidos por la gracia y el aplomo con que se enfrentan a sus fríos inviernos, y vas a descubrir que esa acogedora y cálida sensación que ellos llaman “hygge” puede sentirse durante todo el año, ¡Déjate envolver por ella! Aun siendo primavera y verano las mejores épocas para explorar Copenhague, la ciudad no deja de ser muy interesante durante el invierno.

Si viajas a Copenhague, que sepas que podrás darle una buena vuelta y verlo todo en cuestión de días. Así que pilla una bici (Dinamarca sólo es superada por Holanda en número de bicicletas per cápita) y recorre la capital danesa descubriendo qué ver y qué hacer en Copenhague. 

Dónde comer

Copenhague se ha ido construyendo sobre una cocina innovadora que utiliza ingredientes sostenibles y de origen local. Grød es una cadena de bares especializados en porridge, repartidos por toda la ciudad y que ofrecen un menú de temporada con ingredientes como la quinoa y la leche de avena. Es el lugar perfecto para empezar con ganas (y con gachas) tu visita a Copenhague.

Si prefieres una cocina más contundente, dirígete a Høst, un bar-restaurante minimalista donde los ingredientes de temporada combinan a la perfección con el marisco y el pescado locales. Beast es otro lugar donde comer en Norrebro, que sirve una burrata que se derrite en la boca, así como auténtica pizza y antipasti.

El café y Copenhague van de la mano como una pareja de enamorados, y gracias a eso encontrarás un montón de bares que te ayudarán a empezar la mañana de un salto, o a repostar durante el día. La convivencia es la clave en Bevars, un bar de café que sirve pan recién horneado y con mesas comunales para conocer a otros turistas y a los estilosos lugareños. Si quieres endulzar tu café con un chorrito de altruismo, acércate a Impact Roasters. Esta acogedora tienda se enorgullece de servir únicamente el café más fresco procedente de pequeñas granjas de Etiopía, y de devolver parte de los beneficios a esa comunidad. 

Si lo tuyo es más el vino, Bibendum ofrece tapas como sardinas a la parrilla y una exquisita lista de vinos de pequeñas bodegas boutique de toda Europa y California. Nosotros nos decantamos por el Vino Lauria Ragusa siciliano y el Saint-Cyr Chénas francés.

Qué hacer

Copenhague es la meca del diseño y hay montones de lugares donde admirar las obras de Peter Asling y Gunnar Aagaard Andersen entre otros. Diseñado por Jørgen Bo y Vilhelm Wohlert, el Museo Louisiana de Arte Moderno cuenta con 4.000 piezas de arte internacionales, e incluye un parque con abundantes esculturas en el que podrías perderte durante horas. Si te quedas con las ganas de admirar más obras modernas o incluso llevarte una a casa, la plaza Flæsketorvet alberga un buen puñado de galerías y tiendas que personifican el moderno estilo danés.

Pasa un rato en el Castillo de Rosenborg, una obra maestra del Renacimiento que fue residencia real hasta 1.710. Los interiores son un tanto sombríos en comparación con otros castillos, pero encontrarás que hay suficiente luz para echar un vistazo a las fastuosas joyas de la corona danesa, que lo merecen.

La historia es la protagonista en el Kastellet, un fuerte militar con forma de estrella construido en el siglo XIX, que cuenta con un molino de viento y una antigua prisión entre sus instalaciones. Si hace buen tiempo, date un paseo por los espacios verdes que rodean el recinto y contempla los patos, cisnes y cerezos. 

Para los aventureros de corazón, Copenhague cuenta con muchos lugares al aire libre donde descargar adrenalina. Copenhill, un centro de ocio al aire libre que funciona  todo el año (también está abierto en primavera y verano), es popular entre los esquiadores y snowboarders de todos los niveles. Si prefieres no asumir riesgos deslizandote por esta pista artificial, siempre puedes tomar tranquilamente un café admirando las vistas del mar Báltico desde su cima. 

Dónde dormir

Hotel Alexandra

Situado cerca del Barrio Latino, el estiloso y elegante Hotel Alexandra cuenta con 61 habitaciones y suites que encarnan el diseño moderno danés de mediados de siglo. Busca las sillas curvadas de Papa Bear y las estanterías de madera que te transportarán a los años 50 y 60. Date un capricho y alójate en la Q Suite, que cuenta con una silla original Trinidad de Nanna Ditzel, una de las diseñadoras de muebles más laureadas del mundo. 

Coco Hotel

Atestado de elementos que reflejan su apuesta por la sostenibilidad, el Coco Hotel es la nueva atracción en Vesterbro. Este hotel boutique de 88 habitaciones combina con gran acierto el mobiliario danés vintage con otro más moderno. Encontrarás enchufes que funcionan con energía solar, sábanas de algodón orgánico y muebles de madera. Por cada huésped del hotel, los propietarios plantan un árbol en su nombre ¡Nos encanta!