Querido lector, he visitado las mejores librerías del mundo

Las historias que se esconden detrás de algunas de las librerías más visitadas y conocidas del mundo son a menudo tan interesantes como las que hay en sus estantes. A pesar del creciente número de distracciones y alternativas digitales (sí, leer en el Kindle o en el dispositivo móvil facilita las cosas, sobre todo si estás de viaje), nada es comparable a perderse entre los estantes de una librería. Sencillamente es que hay algo en el olor del papel recién impreso, en el tacto de una tapa dura en relieve, que ningún aparato digital puede hacerte sentir. Las librerías son lugares para evadirse, descubrir, soñar y relajarse. Sigue leyendo para descubrir por qué merece la pena viajar para visitar estas librerías independientes.

Cook & Book, Bruselas

Combinando dos de nuestras cosas favoritas: leer y comer, Cook & Book es una tienda de libros y restaurante todo en uno, justo enfrente de la estación de metro de Roodebeek, en Bruselas. Dividida en dos edificios, cuenta con nueve áreas temáticas diferentes para satisfacer todos los gustos, desde cómics hasta libros de cocina, viajes y literatura juvenil.

Bajo los 800 libros que cuelgan del techo, comprobarás que su diseño es tan impresionante como su comida, y razón suficiente para visitarla. Destaca la sección de música, en la que puedes disfrutar de una copa de vino mientras escuchas vinilos, una sección inglesa que se asemeja a la biblioteca de una mansión y un espacio dedicado a los viajes, con un remolque Airstream (típica caravana americana) reconvertido en un puesto en el que se puede disfrutar de un café mientras se hojean las últimas guías de ciudades. También hay una amplia terraza en la que podrás degustar tu comida o leer una de tus nuevas adquisiciones al sol.

Livraria Lello, Oporto

A pesar de que J.K. Rowling desmintió recientemente que la Livraria Lello de Oporto fuese la inspiración para la biblioteca de Hogwarts, como se creía, se puede ver claramente de dónde vienen las especulaciones. Inaugurada en 1906 por los hermanos José y António Lello y diseñada por Xavier Esteves, esta autoproclamada “librería más bonita del mundo” tiene un interior neogótico con paneles de madera tallada, una claraboya con vidrieras de 8 metros y una sinuosa escalera carmesí que a menudo se describe como la “escalera al cielo de la literatura”.

Sigue siendo un destino popular tanto para los fans de Harry Potter como para el grueso de turistas, y en sus épocas de mayor actividad, la librería puede recibir unos 4.000 visitantes al día. Como muchos no compran, hace unos años se introdujo una tarifa de entrada de 5 euros, que te aplican como descuento en cualquier compra de libros. Para dar cabida al público formado sobre todo por turistas extranjeros, hay una gran variedad de autores internacionales, así como traducciones en inglés, español, italiano y ruso a la venta junto con los favoritos portugueses locales.

Shakespeare and Company, París

La mundialmente famosa librería Shakespeare and Company de París ha sido un lugar de encuentro para escritores y lectores durante casi 70 años. Su nombre se lo puso a la expatriada estadounidense Sylvia Beach, que calificó a la tienda de “sucesora espiritual” de su propia librería, la que fuera un lugar de encuentro popular en la ciudad para F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, T.S. Eliot y James Joyce en la primera mitad del siglo XX.

George Whitman fué quien abrió la versión moderna en 1951 frente a la catedral de Notre Dame, a orillas del río Sena. Hoy en día sigue siendo un refugio para los escritores, que pueden dormir gratis entre las estanterías a cambio de ayudar durante unas horas, leer un libro al día y escribir una autobiografía de una sola página para sus archivos; hasta ahora, más de 30.000 “plumas errantes” han pasado una noche aquí. Además de tener una cafetería y una editorial en ciernes, antes de la pandemia la tienda también organizaba eventos semanales gratuitos, recibiendo a escritores como Zadie Smith, Carol Ann Duffy, Leïla Slimani y George Saunders.

The Strand, Nueva York 

Inaugurada en 1927 por Ben Bass, la librería The Strand del Greenwich Village neoyorquino es hoy la única superviviente de la antigua “Book Row” de la ciudad, una hilera literaria que llegó a abarcar seis manzanas y albergar 48 librerías. Casi un siglo después, sigue en manos de la misma familia. La nieta de Bass, Nancy Bass Wyden, que empezó a ayudar en la tienda cuando solo tenía seis años, es la actual propietaria. Esta meca para los bibliófilos alberga “29 kilómetros de libros” (lo que equivale a más de 2,5 millones de títulos usados y nuevos).

En sus cuatro plantas encontrarás todos los libros imaginables, incluidos algunos raros hallazgos de segunda mano descatalogados y un programa de eventos en la tienda que ya ha acogido a personajes como Lin-Manuel Miranda y Patti Smith. Si no encuentras algo, los apasionados empleados te indicarán la dirección correcta.

Word on the Water, Londres

Descubrirás la tienda de libros más inusual de Londres, o mejor dicho, la barcaza de libros, que flota en el Regent’s Canal de King’s Cross después de haber conseguido un amarre permanente hace unos años. Ubicada en una barcaza holandesa de 100 años de antigüedad, en la que cada centímetro tiene alguna utilidad, Word on the Water (la palabra en el agua) es una librería que deja encantado a todo el que se tropieza con ella. No es muy habitual poder leer a Dickens en una barcaza de los años 20.

Los clientes pueden hojear los libros expuestos en cubierta o explorar sus filas de títulos nuevos y de segunda mano en el interior, junto a la acogedora estufa de leña; hay una sección infantil especialmente buena para entretener a los más pequeños. Además, hay un programa regular de sesiones de micro abierto, noches de jazz, recitales de poesía y charlas sobre arte, tecnología, feminismo y política, eventos que tienen lugar en un escenario sobre el techo del barco. En una bonita tarde de verano, puedes disfrutar de tu libro recién comprado o asistir a la actuación de turno en lo alto de la barcaza, mientras te haces un picnic con unas bebidas en la orilla del río.