La forma en que vemos y hablamos sobre la salud mental ha evolucionado en la última década, especialmente tras la pandemia. Los largos meses de aislamiento, la inseguridad laboral y el duelo colectivo nos hicieron ver la importancia del bienestar mental. Aunque viajar siempre ha sido un reto para los 275 millones de personas que se calcula que sufren trastornos de ansiedad en el mundo, se les ha complicado aún más en la época de la COVID.
Para mí, viajar ha sido una experiencia estimulante y estresante a la vez: desde la libertad que sientes al despegar hasta el zumbido constante en el oído que te sugiere que algo va a salir terriblemente mal, no puedo decir cuántas veces he pensado “voy a perder el pasaporte, voy a perder el autobús, se me va a caer el teléfono al agua, me van a arrestar porque algún canalla me ha colado drogas en el equipaje…”. La lista es interminable. He aquí algunos consejos útiles que me han ayudado a mantener las cosas bajo control.
¿Es seguro viajar en tren?

Cuando se trata de viajar en tren, la organización es clave. Las estaciones pueden ser sencillas y manejables, pero también caóticas y desde luego nunca están tan bien señalizadas como los aeropuertos, por lo que es fácil confundirse. A veces, los trenes salen de un andén diferente al esperado, o se dividen en dos después de una determinada parada, o se saltan algunas paradas. Si a eso le añadimos el pánico de no estar seguro de cuál es tu parada, seguro que te sentirás increíblemente ansioso, sobre todo si no conoces el idioma local.
He descubierto que llevar un cuaderno con toda la información del viaje y dibujar un mapa de la estación y sus alrededores ayuda. Sí, puedes usar Google Maps, pero si eres tan malo orientándote como yo, a veces un dibujo simplón que hayas hecho tú mismo te facilitará el esfuerzo mental.

Utiliza la app de Omio y asegúrate de activar las notificaciones para recibir actualizaciones en directo de cualquier cambio de andén y disfruta de mi función favorita: ¡te avisa cuando se acerca tu parada para que no te pierdas! Por último, me parece de gran ayuda hacerse amigo de alguien que vaya en el mismo vagón del tren, para poder pedirle que vigile mis pertenencias mientras hago una visita al baño o al bar.

Alivia tu ansiedad asociada al tren con el estupendo libro “Vozdevieja” de Elisa Victoria.
Cómo viajar en autobús y disfrutarlo de verdad
Los autobuses han sido considerados durante mucho tiempo como el pariente pobre o el hijo tonto del transporte, especialmente para los viajes largos. Pero viajar por carretera ha mejorado en los últimos años, con asientos más cómodos, sistemas de entretenimiento personal y tomas de corriente, Wi-Fi gratuito y bebidas de cortesía. Yo desde hace mucho tiempo tengo miedo a los mareos en carretera, y a que alguien me robe el equipaje durante una parada, pero he de decir que ya tengo un remedio para ambas cosas.

Si sufres mareos, asegúrate de sentarte en el centro del autobús, ya que es la parte más estable del vehículo. Además, lleva contigo un pañuelo perfumado e inhala su aroma cuando empieces a sentirte mareado; este es un consejo de mi abuelo, así que puedes estar seguro de que es de fiar. Lleva unas cuantas toallitas húmedas y un gel antibacteriano para ir al baño. Y en cuanto a la posibilidad de que te manguen el equipaje, bájate en cada parada, así podrás echar un ojo a tus cosas aprovechando que estiras las piernas. Además, el aire fresco también ayuda a combatir el estrés.

Alivia tu bajón en el autobús con un buen audio: el podcast “Estirando el chicle” de Carolina Iglesias y Victoria Martín.
Cómo superar el miedo a volar

Cuando se habla de la ansiedad que genera viajar, lo primero que se nos viene a la cabeza es el miedo a volar. Una de cada seis personas sufre ansiedad en los vuelos y, aunque se puede apaciguar con medicamentos para tratar el miedo a volar, o empinando el codo, recomendamos un enfoque más saludable.
Algunas compañías aéreas, como easyJet, han puesto en marcha sus propios programas para ayudar a los viajeros que sufren nervios en el aire. El curso Fearless Flyer combina técnicas psicológicas con conocimientos fáciles de digerir (¿por qué hay turbulencias? por ejemplo) sobre la mecánica del avión. ¡Porque nada vence al miedo como los hechos científicos!
Si no tienes miedo a volar, pero el calvario de la facturación y el embarque te resultan insoportables, hay formas de hacer que la experiencia sea más relajada.


Empaca tus cosas pensando en el control de seguridad: si llevas un ordenador o artículos de aseo, ponlos en la parte superior para que sea fácil sacarlos, y ten siempre presente que puedes ser el afortunado elegido para una inspección privada, que no te cojan despistado. Haz algunos ejercicios de respiración de camino al aeropuerto, ya que puede ser la parte más estresante del viaje, sobre todo si vas con el tiempo justo. Y piensa que las cosas mejorarán cuando llegues a tu destino.
Medita en las alturas con una gran aplicación: echa un vistazo a la app Headspace.
Cómo prevenir el mareo en el mar

Los ferris parecen un medio de transporte encantador y de ensueño, pero pueden provocar ansiedad como cualquier otra cosa. Algunas personas tienen miedo a las aguas profundas (talasofobia), otras se marean, y algunos viajeros se sienten abrumados por el tamaño y los ruidos que puede hacer el barco.


El mejor consejo para superar el mareo: dirígete a la cubierta superior para tomar aire fresco. Intenta situarte siempre en el centro del barco y, si hay asientos, asegúrate siempre de mirar hacia delante. Intenta no mirar el teléfono ni leer un libro, ya que mirar hacia abajo puede empeorar las cosas. En su lugar, siéntate al sol y escucha una música tranquila mientras sientes la brisa en la cara.
Navega hacia aguas calmas con música clásica: “Recomposed by Max Richter: Vivaldi, The Four Seasons”