Una Nochevieja diferente

Fin de Año suele ser un momento de celebración y alegría, pero este año va a ser muy diferente. La pandemia ya ha cambiado la forma en que vivimos y viajamos, incluyendo los tipos de destinos que elegimos visitar. La noche más grande del año no será una excepción, y los constantes cambios en las restricciones* hacen que muchos nos preguntemos dónde diablos celebrar la llegada del 2021. Hemos elegido cinco destinos que cumplen con las regulaciones de COVID-19 o son lo suficientemente remotos para no poner en peligro la salud de nadie.

Berna, Suiza

Berna no es la típica capital. Mientras que Zúrich tiene su reputación cosmopolita, Berna es más bien un viaje al pasado de Suiza, con calles empedradas, un casco antiguo medieval y casitas de tejados rojos. La ciudad está bastante vacía en Nochevieja ya que los fiesteros prefieren las metrópolis más bulliciosas como Zúrich y Ginebra, así que ¡imagina lo tranquilo que será este año! Disfruta de los fuegos artificiales sobre el cercano Monte Gurten desde la seguridad del balcón de tu hotel o brinda con los lugareños al aire libre en la Münsterplatz. Si buscas un lugar seguro donde mantener la distancia social para cenar, el emblemático Kornhauskeller, un restaurante situado en un sótano abovedado con frescos, es una opción ideal.

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Haparanda, Suecia–Tornio, Finlandia

¿Celebrar el fin de año dos veces en una noche? En Escandinavia sí se puede. Las ciudades gemelas de Haparanda y Tornio, situadas en Suecia y Finlandia respectivamente, están separadas por un puente, a pocos minutos de distancia y en ¡diferentes zonas horarias! Tras cenar con las familias, los lugareños se dirigen a la Plaza de la Victoria de Tornio, donde se hace la primera cuenta atrás con música, fuegos artificiales y este año, distancia social. Una vez tocadas las 12, cogen un autobús o van a pie hasta Haparanda para repetir el proceso. La mejor manera de rematar un fin de año doble es volver a Finlandia para poder ver el espectáculo de la aurora boreal.

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Ioánina, Grecia

Situada a 410 km de Atenas, Ioánina es la ciudad más grande de la región de Epiro, y es famosa en todas las islas griegas por sus celebraciones de Año Nuevo. Los locales se reúnen en las calles para celebrar todo el día y la noche del 31 de diciembre. Prueba las brochetas a la parrilla en las barbacoas improvisadas que se instalan en las aceras, baila al ritmo de la música tradicional y maravíllate con las decoraciones festivas. Si quieres un plan más relajado, camina a lo largo del lago Pamvotida y contempla sus tranquilas aguas. Ioanina fue una vez una fortaleza otomana, y sitios como la Casa Matei Hussein o la mezquita otomana de Veli Pasha dan fe de su turbulento pasado. El Castillo de Ioanina, construido en 528 por el emperador Justiniano, es la fortaleza bizantina más antigua que se conserva en Grecia. 

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Kitzbühel, Austria

La pequeña ciudad medieval de Kitzbühel tiene una de las mejores estaciones de esquí de Austria, y sus festividades de après-ski son tan conocidas en todo el mundo que puede que te encuentres con algún famoso. La estación ofrece de todo, desde colinas para los principiantes hasta diamantes negros para los profesionales (es aquí donde se encuentra Streif, una de las pistas
más famosas del mundo). 

Para los esquiadores expertos, la montaña Gaisberg está iluminada los jueves y viernes por la noche, para descender con la luna como guía. Celebra con los tuyos alquilando una de las encantadoras cabinas privados de la montaña, que cuentan con ventanas altas, acentos de madera y terrazas para sentarse al sol. Si quieres quedarte en casa pero no quieres perderte los fuegos artificiales, no te preocupes: se celebran tanto el día anterior como el día después de Fin de Año.

Ostende, Bélgica 

Esta noche habrá grandes espectáculos de fuegos artificiales, pero sin duda los más impresionantes son los de la costa. ¡El mar es el escenario perfecto para la pirotecnia! Ostende, en el Mar del Norte, es conocida por sus espectáculos de fuegos artificiales durante el verano y la víspera de Año Nuevo no es diferente. 

Adolf Buylstraat, la calle principal de la ciudad, se transforma en una puerta iluminada con miles de luces LED. Una vez que se abren paso a través del “túnel”, los lugareños se dirigen al paseo marítimo de Ostende en la playa de Groot Strand para ver los fuegos artificiales. El mejor mirador está cerca del Casino Kursaal, un impresionante edificio modernista erigido en 1953 por Leon Stynen para reemplazar al anterior casino, que fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial. Si te quedas más allá del 1 de enero, puedes unirte a otros valientes lugareños que se lanzan al Mar del Norte para el baño anual de los osos polares. ¡Brrr!

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*Desde la pandemia, las regulaciones de viaje están en constante cambio. Las fronteras y los negocios pueden cerrar temporal o permanentemente. Por favor, viaja con seguridad y consulta el Open Travel Index para obtener información actualizada sobre las restricciones y regulaciones.