El monumento de Washington se eleva sobre la poderosa capital de la nación y la icónica Casa Blanca. Foto: Shutterstock

Las mejores cosas que ver en Washington

La capital estadounidense tiene mucho más que ofrecer que museos gratuitos y chanchullos políticos

by The Window Seat

Si viajas a Washington D.C., habrás elegido escuchar a América cantar, como escribió el poeta Walt Whitman. Los numerosos museos y monumentos de la ciudad cuentan la historia de hombres y mujeres que intentaron formar la unión más perfecta y promover la democracia, incluso cuando esos esfuerzos fracasaron en casa o en el extranjero. Los visitantes encontrarán el ideal americano repartido por toda la ciudad, con instituciones como el Museo Nacional de Historia Afroamericana y el Museo Nacional del Indígena Americano, junto a los Archivos Nacionales, donde se exponen la Declaración de Independencia y la Constitución.

Pero aparte de su arquitectura neoclásica y de los bulevares diseñados por Pierre L’Enfant, Washington es también una ciudad moderna, con barrios animados como el Wharf District y el Navy Yard, que han surgido a lo largo de los ríos Potomac y Anacostia, atrayendo a los washingtonianos a sus riberas con un diseño urbano bien pensado, muelles públicos y recintos al aire libre. Esta es nuestra guía sobre cómo explorar Washington, D.C. en una escapada urbana.

Washington
      powered by
      Omio logo

      Dónde comer

      La escena culinaria internacional y sofisticada de la ciudad está floreciendo, independientemente de quién camine por los pasillos del Capitolio de los Estados Unidos o de la Casa Blanca, y algunos de los lugares más interesantes para comer se encuentran en lugares como el Wharf District. Esta franja en la orilla del Potomac está separada del Mall y de los principales lugares de interés por una autopista, pero una remodelación de 2.500 millones de dólares trajo consigo hoteles, restaurantes y atractivos espacios públicos, creando un original lugar al que acudir, y que reintrodujo a Washington en su ribera. Con muy buen tino, está regeneración incluyó incorporar el Mercado Municipal del Pescado, inaugurado en 1805, donde encontrarás vendedores de cangrejos azules, ostras, almejas, gambas, vieiras y pescado fresco. Hazte con unos cangrejos al vapor o unas ostras sin concha y degustalas al fresco en uno de los embarcaderos del muelle, o monta en el ferry Wharf Jitney, con su peculiar techo amarillo, para cruzar el estrecho hasta el parque East Potomac. 

      Más abajo por el muelle, en el Moon Rabbit, el chef Kevin Tien crea platos de inspiración vietnamita, como albóndigas de hierba limón y langostinos, y fideos con untuosos toques de mantequilla de cangrejo. Mientras tanto, en el río Anacostia, los jóvenes funcionarios del Capitolio ocupan los apartamentos que han surgido en la nueva zona de Navy Yard, y allí donde ellos estén, encontrarás vida nocturna y restaurantes. Destacan el Albi, con su curiosa carta de vinos levantinos, El Chloe con sus platos para compartir, y el Shilling Canning Company que ofrece productos del mar frescos, pescados diariamente en el Chesapeake.

      Washington fue la primera ciudad de mayoría afroamericana del país, y la ciudad sigue siendo un centro de referencia para los líderes de la comunidad afroamericana, así como para la diáspora africana. El vínculo que mantiene el Ben Chili’s Bowl con el movimiento por los derechos civiles y la historia afroamericana en Washington es tan famoso como sus perritos con chile y salchichas ahumadas partidas, que sirven desde hace más de 60 años. La gastronomía de África Oriental se está viendo impulsada por la alta cocina etíope-estadounidense del chef Elias Taddesse en el Melange, y por su parte, el Swahili Village del chef Kevin Onyona, en la calle M, está consiguiendo que mucha gente empiece a conocer la comida típica de Kenia.


      Qué hacer

      El Museo Nacional de Historia Afroamericana fue todo un éxito el día de su apertura. Los asistentes al museo bajan en masa a las plantas subterráneas donde se muestra el horror de la esclavitud, para desde alli subir recorriendo exposiciones que se elevan en triunfo y lágrimas, y que revelan cómo la música, los deportes, el entretenimiento, el arte y la cultura del país no podrían haber florecido sin los afroamericanos. La colección permanente incluye un retrato acolchado en añil y violeta de Harriet Tubman, obra de la artista textil Bisa Butler, y el óleo de Amy Sherald sobre Breonna Taylor. 

      La Tidal Basin (cuenca de las mareas), que se cubre de un espumoso color rosa cada marzo durante el festival de los cerezos en flor de Washington, es un circuito que encantará a quien pasee por él. Comienza tu andadura en el Martin Luther King, Jr. Memorial con su monumento tallado en pìedra blanca de 9 metros de altura, llamado la Piedra de la Esperanza, que mira a un Thomas Jefferson encaramado en su gran rotonda, al otro lado del río. Uniendo a ambos líderes se encuentra el conmovedor monumento a Franklin D. Roosevelt, abierto las 24 horas del día. Es aún mejor verlo por la noche, cuando el agua en movimiento y la iluminación tenue sobre la piedra resaltan sus citas grabadas, con un efecto que no deja indiferente. 

      Cerca de Georgetown, el Museo Kreeger, una joya de la colección privada de arte moderno, cuenta con artistas que van desde Renoir hasta Man Ray, pasando por una sala entera dedicada a Picasso. En la terraza, sobre su césped verde, abundan las esculturas de Henry Moore, Jacques Lipschitz e Isamu Noguchi.

      Dónde dormir

      Mandarin Oriental, Washington, D.C.

      Jamás dirías que un hotel de lujo y un mullet (o algún corte de pelo punk) tienen mucho en común ¿verdad? pues aquí sí que se dan cita ambos, porque mientras algunas personas hacen negocios en la parte delantera del hotel, otras están de fiesta en la trasera. La anodina fachada del Mandarin Oriental oculta un precioso manto de césped verde y jardines en su parte trasera, con una sección en forma de terraza que desciende hasta un puente y unas escaleras que conducen a la orilla del río. Las amplias habitaciones están decoradas en azul huevo de pato y tonos neutros suaves, con vistas al Tidal Basin y al monumento a Jefferson al otro lado del río Potomac.

      Washington

      Kimpton Banneker

      Este hotel de 10 plantas, que lleva el nombre de una importante figura afroamericana en la historia de Washington, se encuentra al norte de la Casa Blanca, entre Dupont Circle y Logan Circle. En el vestíbulo y los espacios comunes predominan los sofás bajos y las sillas revestidas de cuero, mientras que las habitaciones mezclan el color gris carbón y el blanco suave. Obras de artistas locales, emergentes y contemporáneos cuelgan en las habitaciones y cubren las paredes del vestíbulo y los pasillos, mientras que el bar de la azotea, el Lady Bird, te convencerá con sus modernas fogatas y vistas a la puesta de sol.