Desde empleados de start-ups tecnológicas y creativos en el barrio de Mission hasta veteranos que te contarán sus crónicas hippies en el Haight, San Francisco da cabida a todo el mundo en sus cerca de 80 km cuadrados. La comunidad LGBTQI+ ha hecho del barrio de Castro su territorio, mientras que la cultura latina inunda la Calle 24, y un buen rebaño de gente adinerada pulula por Nob Hill. Además, San Francisco se convirtió en el hogar de la mayor comunidad china del mundo fuera de Asia por una buena razón.

Los diversos barrios se sienten como hermandades, pero nunca como guetos cerrados, pues simplemente ese no es el estilo de San Francisco. Claro que podrías encontrar tu tribu aquí, pero te recomendamos que no te comprometas con un solo distrito en tus planes. La mejor manera de meterse en la piel de una ciudad es aventurarse de un lugar a otro, y así descubrir todas las cosas que hay que ver y hacer en San Francisco.
Dónde comer

Entre los restaurantes de San Francisco, encontrarás todo tipo de gastronomía. Ahora bien, ¿es tu primera vez? Entonces empieza por lo turístico de San Francisco (no por ello menos bueno) y dirígete a Fisherman’s Wharf, el famoso mercado con puestos de comida y tiendas de productos, especialmente del mar. No dudes en pedirte un clásico de la ciudad: la sopa de almejas servida en un cuenco de pan de masa fermentada de la panadería Boudin. Puedes ver cómo elaboran a mano el pan mientras sorbes tu sopa, gracias a que tienen el obrador a la vista. Saluda fugazmente a los ruidosos leones marinos del muelle 39 antes de dirigirte al oeste, a la histórica Ghirardelli Square, para degustar un enorme helado con todos sus toppings en la chocolatería favorita de San Francisco.

Si todo eso te resulta demasiado convencional, aventúrate hacia el este desde Fisherman’s Wharf hasta llegar al Embarcadero y al Ferry Building Marketplace. Bajo la emblemática torre del reloj, un ajetreado mercado público de alimentos está floreciendo en el elegante edificio que en su día fue el epicentro del transporte de la ciudad. Acércate para degustar alimentos de origen sostenible y pan ecológico recién horneado, que puedes acompañar con un espresso especial o un té chino. Si necesitas un subidón de azúcar entre tanto meneo, vigila la hora, porque solamente elegir entre las golosinas de la tienda de donuts orgánicos o la confitería parisina delicadamente elaborada que encontrarás, puede llevarte más tiempo del previsto.

Las largas jornadas de visitas turísticas exigen comer sobre la marcha, pero a la hora de la cena hay que planear algo más sosegado. La oportunidad de experimentar cómo las diferentes culturas han dejado su huella en la ciudad es tentadora. Pero por mucho que merezca la pena el sushi de Japantown, el dim sum de Chinatown o los burritos del Mission District, no hay que perderse la comida típica californiana.
La abundancia de restaurantes orgánicos con ingredientes de origen local domina la escena aquí. Los mejores restaurantes de San Francisco cuentan con menús en los que destacan el marisco fresco del Pacífico, las carnes de animales criados en libertad y los productos locales de temporada. Los que están dirigidos por chefs galardonados, como el célebre Spruce, son una apuesta segura. Los restaurantes con vistas en San Francisco también están muy solicitados, y el Top of the Mark, situado en el piso 19 del hotel InterContinental Mark Hopkins, es uno de los favoritos desde hace mucho tiempo, ya que lleva 80 años recibiendo clientes. Para acompañar la comida: dondequiera que te sientes, gracias a los cercanos valles de Napa y Sonoma, las listas de vinos de San Francisco son para morirse.

Qué hacer

Cuando se trata de cosas que hacer en San Francisco, hay mucho donde elegir. Si el clima en San Francisco juega a tu favor, coge una bici y cruza el puente Golden Gate. Es la forma ideal de orientarse, ver el glorioso horizonte de la ciudad y vislumbrar la infame isla de Alcatraz al cruzar el estrecho del Golden Gate. Después de recorrer el bonito pueblo de Sausalito, haz una parada para comer, tomar una copa de vino local y mirar escaparates antes de dejar que el ferry haga por ti el trabajo duro en el trayecto de vuelta a la ciudad.

Hablando de un parque, sería exagerado decir que tiene algo para todos los públicos, pero el Golden Gate Park se acerca bastante a esta afirmación. La Academia de Ciencias de California es la joya de la corona en el parque. Allí, un bosque tropical vivo, un acuario y un planetario transportan a los visitantes a las profundidades de la física y la biología de nuestro mundo. Cuando vuelvas a salir (deslumbrado y mejor informado a partes iguales), descubrirás que el resto del Golden Gate Park es un lugar de primera para estirar las piernas. Dirígete al National AIDS Memorial Grove para un momento de reflexión. O, en verano, busca uno de los 12 pianos escondidos en el Jardín Botánico para cantar de forma improvisada.

Ya fuera de la ruta que llevamos hasta ahora, la historia y la cultura de San Francisco se aglutinan sobre todo en el distrito de Mission. Más de 400 murales retratan las múltiples facetas de la ciudad, tal como es ahora y como fue en tiempos pasados. El callejón Balmy Alley cuenta con algunas de las obras de arte urbano más antiguas y famosas. Da un paseo a tu rollo u opta por una visita guiada para conocer las historias que hay detrás de las creaciones.

Cuando el sol se pone, un lado diferente de la ciudad cobra vida. Es cierto que los tiempos más salvajes del bohemio Haight-Ashbury pueden haber quedado atrás. Sin embargo, bajo su actual aspecto de barrio gentrificado, todavía lleva el “verano del amor” en su ADN y una noche de fiesta por sus calles rara vez decepciona. Para algo más espeluznante, aventúrate a Alcatraz a la sombra de la noche. En una visita nocturna a esta isla-cárcel, escucharás historias de lo que ahí ocurrió mientras te arrastras temblando por las celdas.
Dónde dormir
Palihotel San Francisco
Cuando se trata de buscar hoteles en San Francisco, la ubicación juega un papel importante. El Palihotel no solo tiene una posición inmejorable (a una manzana al norte está Chinatown, y a una manzana al sur, el principal territorio comercial de Union Square), sino que tiene un estilo autoproclamado “California-Centric”. Afortunadamente, esa etiqueta significa que no te encontrarás con un interiorismo corporativo, tipo cadena de hoteles. El tamaño reducido de las habitaciones es perdonable, pues lo compensan con un magnífico estilo y encantadores extras, como las potentes duchas, las mini neveras Smeg y las cafeteras.


Hotel Kabuki
Japantown es una zona maravillosamente céntrica de San Francisco desde la que llegar a varios sitios de interés de la ciudad, y el Hotel Kabuki es un lujoso espacio donde alojarse al final de días ajetreados. Las habitaciones están inundadas de luz natural, gracias a las ventanas que van del suelo al techo. Todo el hotel rinde homenaje a su barrio, con muchas influencias japonesas, incluido un jardín de meditación.

