Brujas: arquitectura medieval y canales a montones. Foto: Daniel Van Der Kolk/Unsplash

Las mejores cosas que ver en Brujas

Te proponemos los mejores planes en Brujas, especialmente diseñados para los amantes de la cerveza

by Jennifer Ceaser

Brujas es un gran museo al aire libre. Ante nosotros se presenta una antigua ciudad amurallada, llena de calles estrechas y empedradas, plazas medievales con edificios perfectamente conservados o iglesias centenarias. Todo el conjunto está dominado por la presencia constante del famoso Campanario. A este ambiente de cuento de hadas se suma un conjunto de canales que discurren por la ciudad, coronados por puentes de piedra. No es una casualidad que a Brujas se la conozca como la “Venecia del norte”.

Más allá de su atmósfera romántica, son muchas las cosas que se pueden hacer durante una escapada a Brujas, sobre todo si te gusta la cerveza. Aquí la tradición cervecera se remonta a siglos atrás, con cientos de variedades por descubrir (por ejemplo lambics afrutados, gueuzes agrios, tripels y dubbels de malta) en sus tabernas. ¿Quieres disfrutar con una buena pinta? Estás en el lugar perfecto, sumérgete en un recorrido por los locales más recomendables.

Brujas

Qué comer

Las opciones gastronómicas de Brujas tocan todos los palos: desde mejillones a patatas fritas o estofado belga, aunque también hay alternativas más saludables. Una opción estupenda es Nomad Kitchen + Bar, disponible a diario para desayunos y almuerzos, mientras que los viernes solo sirven cenas. Este restaurante llama la atención por su filosofía “de la granja a la mesa”. En su carta puedes encontrar ensaladas orgánicas muy generosas, hamburguesas hechas con carne local y un sinfín de posibilidades vegetarianas. No dejes de probar la lasaña vegetariana picante rellena de berenjenas o las sabrosas gambas de Singapur, cocidas a fuego lento en una salsa de coco al curry y servidas sobre fideos de trigo sarraceno. Acompaña cualquiera de estos platos con una cerveza, por supuesto. El interior del local es amplio y luminoso, con paredes de ladrillo encaladas, suelos de madera y muebles de estilo nórdico. Cuentan con una terraza ideal para el verano, aunque en los meses más fríos ofrecen mantas para calentarse.

Solo hay una regla para acudir a Ribs ’n Beer: venir con hambre. El restaurante es un verdadero paraíso para los amantes de la carne, tan suculenta como los precios; un plato de costillas con patatas fritas y ensalada de col solo cuesta 19,90 €. Puedes escoger entre cuatro alternativas de cocinado: tradicional, a la parrilla, hechas a fuego lento con salsa de barbacoa picante o ahumada, o cubiertas con salsa de chocolate y cerveza. Los lunes por la noche puedes comer todas las costillas que quieras, regadas con una buena cerveza de barril, con un precio fijo de 20 €. Entre su calidad y su situación privilegiada próxima a Grote Markt, el establecimiento está siempre abarrotado. Lo más recomendable es hacer una reserva con al menos una semana de antelación.

Abierto los siete días de la semana desde la mañana hasta bien entrada la noche, el Grand Café en Der Republiek es, sin lugar a dudas, uno de los mejores locales de Brujas. Forma parte de un espacio cultural que alberga un cine y talleres de artistas, con un estilo de lo más industrial y un ambiente vibrante que hace las delicias de los hipsters. Sándwiches baratos, tapas, cervezas y cócteles bastante asequibles son algunos de sus reclamos. En los meses de verano, no te pierdas la terraza que tienen en el patio.

Qué hacer

Brujas destila cerveza en cualquiera de sus rincones. Tienes que probar, oler, tocar y aprender todo lo posible sobre la historia de esta bebida, así como su estrecha relación con la ciudad. Puedes acercarte a Bruges Beer Experience, un museo interactivo situado en el centro urbano. Aquí tendrás la oportunidad de caminar entre equipos y botellas antiguas, así como de entrar en un ‘foeder’ (un enorme barril de madera). Contempla su enorme exposición con más de 3.000 botellas de cerveza de todo el mundo. Este museo ofrece también a sus visitantes una sala de degustación compuesta por 16 variedades belgas de barril, además de cervezas de edición limitada y sin gluten.

En la tienda de cerveza 2be podrás posar para una foto digna de Instagram, frente a su Beer Wall: una gran instalación de vidrio llena de cientos de botellas de cerveza. Este es un lugar idóneo si estás buscando un souvenir, como vasos de cerveza especiales, abrebotellas originales, salsas y, por supuesto, cervezas belgas.

La empresa familiar Brouwerij De Halve Maan lleva elaborando cerveza desde el año 1856, conocida sobre todo por su variedad frutal Brugse Zot y su intensa Straffe Hendrik (14 %). Asimismo, dispone del primer (y único) túnel subterráneo de cerveza del mundo, que se extiende desde la propia cervecería a lo largo de 3 km, hasta su planta de embotellado subterránea. Una visita a este lugar te servirá para conocer a fondo las técnicas más modernas de fabricación. Al finalizar el recorrido guiado de 45 minutos, podrás degustar algunas de sus cervezas gratis en la azotea, mientras contemplas una panorámica de Brujas realmente espléndida.

Evidentemente, en esta ciudad no es complicado toparse con una cervecería, pero siempre hay algunos locales mejores que otros. Un buen ejemplo es De Garre, escondido tras una puerta en un pequeño callejón justo al lado de Grote Markt. Este es el único lugar de la ciudad que sirve Tripel De Garre, una cerveza de malta de estilo tradicional con un 11 % de alcohol. Si es demasiado para ti, tienes a tu disposición otras 130 cervezas diferentes. En el bar se respira su historia, con paredes de ladrillo visto, suelos de madera y una escalera que chirría conforme te acercas al piso de arriba. Más moderno es De Kelk, muy centrado en la cerveza artesanal. Es muy popular entre los lugareños y suele tener conciertos en vivo. El único inconveniente es que está algo alejado del centro.

Dónde dormir

Monsieur Ernest Bar & Hotel

Para completar tu escapada a este paraíso cervecero puedes alojarte en el Monsieur Ernest Bar & Hotel, emplazado en una antigua cervecería del siglo XIX. Muchos de los detalles históricos de este edificio se mantienen, como es el caso de la escalera de hierro forjado que conduce a las 28 habitaciones, aunque los interiores han experimentado una remodelación completa. La iluminación tenue, el mobiliario de terciopelo gris y un bar de lo más sofisticado te llevan directamente hasta el siglo XXI. El hotel está ubicado a menos de 10 minutos caminando de Grote Markt y dispone de una terraza con magníficas vistas al canal.

Brujas

Martin’s Brugge

De carácter sencillo y sin grandes lujos, el Martin’s Brugge destaca principalmente por su precio y su ubicación, en el corazón de Brujas. Las habitaciones son amplias y confortables, estando muchas de ellas renovadas con suelos de parquet y armarios empotrados. Aunque no dispone de restaurante, su céntrica localización permite tener al alcance múltiples opciones gastronómicas. Como plus, siempre puedes tomarte una cerveza en el bar del vestíbulo o en la terraza.