Europa puede presumir de una enorme colección de salas de cine clásicas, incluyendo el madrileño Cine Doré. Foto: Cine Doré

Cinema Verité: salas de cine auténticas por toda Europa

Emprende un viaje de película por todo el continente con nuestra guía de las salas de cine más curiosas de Europa

by Brandon Hartley

Sabemos que corren tiempos difíciles. Gran parte de Europa se encuentra ahora mismo bajo la amenaza de volver a los confinamientos, y aplicando otras restricciones que están afectando a la normalidad de viajeros y locales por igual. Nos preguntamos si no será este el mejor momento para, al menos, fantasear con contemplar algunos de los tesoros cinematográficos del continente, mientras las noches siguen siendo largas y corre un aire fresco en todas partes, desde las calles de Londres hasta las colinas cubiertas de nieve de Austria.

Imagínate que inicias un viaje que te llevará de Irlanda al Reino Unido para después alzar el vuelo hacia República Checa. Por el camino podrás suspirar por tener todo el tiempo del mundo para ponerte al día con la última hornada de nominados a los Oscar y con éxitos de taquilla como Spider-Man: No Way Home.

Puedes empezar este viaje en el adorado Stella Cinema de Dublín. Tiene dos salas en distintas ubicaciones, pero deberías darle prioridad a la original, de estilo art déco en Dublín 6. A finales de la década de 2010, tras más de diez años de abandono, fue restaurado con mucho cariño para devolverle el glamour y el brillo de los años 20. Tómate un cóctel en el bar antes de contemplar las magníficas molduras del techo y los mosaicos cuando te dirijas a tu butaca o a tu cama. Sí sí, has leído bien: el Stella lleva el concepto decadencia a otro nivel con una serie de camas dobles que ocupan la primera fila. “Caer bajo” a un nivel literal.

Dublín

Aventúrate en el Reino Unido para ver una película en el Electric Cinema de Londres. Este local de Portobello, en el barrio de Notting Hill, data de 1910, y su interior parece más una elegante iglesia que una sala de cine. Su extensa historia incluye la extraña anécdota de un extraño incidente durante la Primera Guerra Mundial: una turba enfurecida atacó al director de la sala porque sospechaban (aunque se equivocaban) que era un espía utilizando de alguna forma el edificio para enviar mensajes a los zepelines alemanes. En la actualidad, proyecta películas de Hollywood de gran presupuesto y otras más pequeñas de arte y ensayo como cine indie.

Londres.

Cruza después el Canal de la Mancha para pasar unas horas en Le Grand Rex de París. Es uno de los cines más opulentos de Francia y posiblemente uno de los palacios de cine más hermosos del planeta. Sus salas de proyección presentan una decoración que recuerda a varios destinos exóticos del mundo y a lo largo de los siglos. El “Gran Salón” del Grand Rex evoca una ciudad mediterránea de la antigüedad y cuenta con la pantalla de cine más grande de París, además de un arco luminoso y una fuente que se despliega para eventos especiales y preestrenos. Todo el mundillo del espectáculo, desde Quentin Tarantino hasta Britney Spears, ha subido a su escenario en
estrenos de películas.

París

Lo siguiente es seguir hacia el sur hasta el Cine Doré de Madrid. Entendemos que prefieras centrarte en la divertida vida nocturna de la ciudad y en sus bulliciosas terrazas (en lugar de asistir a retrospectivas de Paul Verhoeven), pero merece la pena pasar por allí sólo por su exterior art decó. El Cine Doré está considerado como un lugar emblemático, un monumento, y actualmente está gestionado por la Filmoteca Española. Los cinéfilos acuden a él para ver películas nuevas, clásicos atemporales y algún que otro homenaje al director holandés responsable de pelis de culto modernas como Showgirls y Desafío total.

Madrid

En Viena se encuentra el Filmcasino, construido en 1911. A pesar de su nombre, no verás mesas de blackjack ni máquinas tragaperras en este paraíso retro. En su lugar, podrás dejarte envolver por sus interiores vintage de mediados de siglo. Afortunadamente, las proyecciones y el menú que encontrarás en el bar son mucho más actuales. Prueba alguna de sus seis empanadas diferentes o una selección de su lista de cócteles. También organizan noches con DJ y otros eventos. En cuanto a las películas que pasan, Filmcasino ofrece principalmente buenas películas independientes, obras de arte y ensayo, y documentales. Recientemente se han proyectado Drive my Car, The Summer of Soul y The French Dispatch.

Viena

Definitivamente, puedes ir a lo grande si estás dispuesto a adentrarte en el frío norte, en Oslo. Su Colosseum Kino contiene el mayor cine THX del mundo. Además, se encuentra en uno de los edificios más singulares de la ciudad. Su exterior podría compararse con tantas cosas, desde un casco militar del siglo XIX hasta la copa de un corpiño vestido por Madonna durante su gira mundial Blond Ambition en los años 90. Ni que decir tiene que su sala principal es uno de los mejores sitios de Europa para ver The Matrix: Resurrections o cualquier otra película de Hollywood de gran presupuesto que se proyecte al otro lado del Atlántico en 2022. Asegúrate de contemplar el techo de la cúpula en cuanto tomes asiento. Es probable que te veas envuelto por una elaborada proyección inspirada en la película que estás a punto de ver. En las salas más pequeñas de este cine también se pasan películas menos moviditas, como House of Gucci.

Oslo

Concluye tu viaje con una velada de tarde en el resplandeciente Kino Lucerna de Praga. Es uno de los cines en funcionamiento más antiguos del mundo. El edificio que lo alberga iba a ser originalmente un estadio de hockey antes de convertirse en el complejo de entretenimiento que es hoy. Mientras te dirijas a la taquilla, pasarás por delante de la insólita escultura Kůň, que muestra a un jinete encaramado al estómago de un caballo. La sala principal del Kino Lucerna se asemeja a un teatro de ópera. Entra a ver una película de Estados Unidos, o una de la República Checa si te sientes audaz. También hay una sala de proyecciones que en su día fue privada y que ahora está abierta al público.

Cuando pongas de nuevo el pie en las calles de Praga, tras haber completado este viajazo bastante épico por Europa, podrías ir a la taberna más cercana para reflexionar sobre la experiencia vivida mientras bebes una buena cerveza checa. O puedes volver a entrar a la sala a ver cuál es la siguiente peli que ponen. La elección es tuya.

Praga