¿Tiene ganas de una aventura para rematar el verano? Septiembre y octubre son los meses ideales para ir al lago. Es temporada baja para evitar las multitudes, pero es posiblemente la época más pintoresca del año.
Si el final del verano te ha dejado con ganas de más, estos destinos europeos ofrecen una combinación inmejorable de bulliciosa vida urbana y paisajes de película. En estos lagos podrás calmar tu energía inquieta navegando, montando en bicicleta, haciendo senderismo o disfrutando de un picnic junto al agua. Admira la suave caída de las hojas mientras paseas o juegas en la orilla.
Descubre adónde ir y cómo llegar para poder explorar algunas de las ciudades con lago más idílicas de Europa este otoño. Y lo mejor de todo es que estas tres ciudades son fácilmente accesibles en autobús o tren.
Annecy, Francia
¿A que parece una película de Disney? Pues no, se trata de Annecy, también conocida como la Venecia de los Alpes, menos famosa pero igual de fascinante. La ciudad tiene una atmósfera única y relajante, debido a su serenidad natural y su armonía arquitectónica. Annecy se construyó en torno al castillo medieval de Annecy (Château d’Annecy), que sigue siendo la pieza central del río Thiou y es la capital de la región de la Alta Saboya.
Los románticos puentes adornan la ciudad de Annecy, llena de canales.
Foto: ShutterstockLas aguas cristalinas del lago de Annecy son perfectas para la navegación y el baño.
Foto: Luca Dugaro/Unsplash
A lo largo de sus idílicos canales discurren senderos pequeños y sinuosos que te llevarán por el centro de la Vieille Ville (Ciudad Vieja) y por los canales. Los colores de las casas que salpican las orillas del canal se reflejan en el agua limpia y turquesa del lago, donde se puede nadar y navegar.
Súbete a un crucero para descubrir uno de los mayores lagos de Francia y los pueblos que lo rodean. Otra buena forma de ver el lago es alquilar una bicicleta y seguir la antigua vía férrea de Annecy a Albertville. El camino llano se extiende a lo largo de 50 km y es todo un paseo de postal. Si te sientes un poco más aventurero, reserva una sesión de parapente para volar sobre el lago.
Cómo llegar: el bus de Ginebra a Annecy dura menos de una hora.
El castillo de Annecy ha definido la arquitectura de la ciudad desde la época medieval.
Foto: Egor Myznik/UnsplashSigue el carril bici del lago para dar un paseo inolvidable y relajante.
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Bled, Eslovenia
Visita la pequeña ciudad de Bled para explorar los Alpes eslovenos y vivir una experiencia única. Este complejo de lagos de origen glaciar es un auténtico paraíso para los viajeros y los amantes de la naturaleza. La ciudad, situada en la falda de los Alpes Julianos, se formó cuando varios pueblos pequeños que rodeaban el lago verde esmeralda se fusionaron a mediados del siglo XIX.
Bled ofrece un sinfín de actividades otoñales al aire libre, con deportes acuáticos y minigolf hasta mediados de octubre. La espectacular naturaleza que lo rodea y el escaso tráfico hacen del lago Bled una escapada ideal para ciclistas, que recorren los caminos rurales a través de los puertos de montaña o a lo largo de los bosques de pinos del valle de Radovna.

Foto: Miguel Henriques/Unsplash
También se puede remar hasta la isla de Bled (la única isla natural del país) y subir al campanario para disfrutar de unas vistas espectaculares y, con suerte, contemplar las nieblas otoñales que se levantan sobre el lago. El prístino río Radovna, cuya agua es potable, atraviesa el escarpado desfiladero de Vintgar. Pero el punto culminante de cualquier viaje a la isla es la vista desde el puente de madera: la cascada de Sum al final es la recompensa.
Otra visita obligada es el castillo de Bled, encaramado en una escarpada y frondosa roca que domina el lago. El castillo es la atracción más visitada de Eslovenia y se levantó en 1011 como fortaleza en forma de torre románica. En la Edad Media se añadieron más torres y un foso, y se colocó un arco gótico sobre el puente levadizo. Para saber más sobre los 1000 años de historia del castillo, visita el museo del ala barroca y vive tu fantasía medieval.
Cómo llegar: El autobús de Múnich a Bled tarda 5 horas y 20 minutos.
Desde la cima: El castillo de Bled es la atracción más visitada de Eslovenia, ¡y con razón!
Foto: Bram Van Geerenstein/UnsplashEl desfiladero de Vintgar está tallado por el río Radovna y ofrece espectaculares cascadas desde el camino del puente de madera.
Foto: Robert Hrovat
Desenzano del Garda, Italia
En Lombardía, puede que el lago de Como reciba más atención, pero el lago de Garda es igual de impresionante. La pequeña ciudad de Desenzano del Garda es una joya poco conocida en la orilla oriental del lago montañoso. Aunque es la ciudad más grande del lago, es mucho menos turística que muchas de sus vecinas lombardas.
Relájate en el amplio puerto deportivo o pasea por Lungolago Cesare Battisti para disfrutar de las vistas del lago (mejor hacia la puesta de sol) antes de explorar el centro histórico de la ciudad. Visita el palacio veneciano Todeschini con su pórtico de arcadas y toma un café en la plaza Malvezzi.
Sube por la Via Castello hasta la fortaleza en ruinas Castello di Desenzano del Garda, que ofrece algunas de las vistas del lago más fotogénicas. A veces se organizan representaciones de ópera en este lugar, y las ruinas constituyen un telón de fondo bastante épico. Si te gusta la historia, visita la villa romana, que cuenta con antiguas ruinas y mosaicos.

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La ciudad es una base estupenda para una estancia en el Lago de Garda, con buenas conexiones de ferry a otros pueblos. Entre semana te mezclarás con los lugareños, y el fin de semana siempre hay una fiesta en la que colarse, ya que muchos italianos del norte huyen del ajetreo de grandes ciudades como Milán para desahogarse en el prístino entorno.
Consejo: si viajas con niños, el mayor parque temático de Italia, Gardaland, está a la vuelta de la esquina y abre durante todo el mes de septiembre.
Cómo llegar: el tren o el autobús desde Verona tarda solo 23 minutos en llegar a Desenzano
del Garda.
Sube a la fortaleza de Desenzano del Garda y empápate de las impresionantes vistas.
Foto: ShutterstockPasea por el puerto de la ciudad con tu helado favorito para disfrutar de la verdadera felicidad italiana.
Foto: Shutterstock