La Champaña es famosa por su característico vino espumoso, que solo puede producirse en la región. Esta bebida sinónima de celebración la inventaron unos monjes hace más de 300 años y ha sobrevivido a revoluciones, guerras y pandemias. Fue en Reims, la capital de la región, donde terminó la Segunda Guerra Mundial el 7 de mayo de 1945, lo que dio lugar a la mayor celebración que el mundo haya visto jamás. Winston Churchill (que consideraba que el champán era una necesidad en tiempos de guerra) motivó en una ocasión a sus tropas diciendo: “Recuerden, caballeros, que no sólo luchamos por Francia, sino por el champán”.
Siempre nos quedará la Champaña
Hoy en día, todas las laderas, casas y bodegas de la Champaña (que en su día sirvieron de refugios antiaéreos y hospitales) son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y atraen a aficionados al vino de todo el mundo. Pero, ¿qué es lo que hace que la Champaña sea tan especial, y cuál es la mejor manera de explorar la región vinícola cuando se pueda? Vamos a ayudarte a convertirte en un experto en la Champaña ¡y el champán!

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El tren del champán
Llegar allí es más fácil de lo que parece, ya sea alquilando un coche o tomando el tren de 45 minutos desde París a Reims o continuando hasta Épernay, un punto de partida ideal.
Del viñedo a la mesa
Entonces, ¿en qué se diferencia el champán de otros vinos espumosos como el cava, el prosecco o el crémant? Para empezar, el champán suele tener burbujas más pequeñas en mayores cantidades. Pero lo más importante es que las uvas se deben cultivar, cosechar y producir en la región de Champagne, lo que da lugar a unas características únicas que solo pueden encontrarse en el clima y la tierra particulares de la zona (lo que los expertos llaman terroir). A continuación, se realiza una segunda fermentación y el vino se embotella y se deposita en bodegas. Tras un proceso de envejecimiento mínimo de 15 meses, puede salir al mercado. Para entonces, el gas carbónico ha creado suaves burbujas que dan lugar a la fina y espumosa sensación en boca única del champán.
La Pinot Meunier es una de las tres únicas uvas con las que se puede elaborar el champán.
Foto: ShutterstockLas uvas se prensan y se introducen en barricas de roble donde envejecerán hasta convertirse en un champán de cosecha.
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Burbujas añejas
La región de Champagne ha producido vino desde los primeros tiempos del cristianismo, aunque no en su forma espumosa actual. Desde el año 898, las coronaciones reales de Francia tenían lugar en Reims, y el champán quedó eternamente ligado a la corona y a la celebración. En el siglo XII, el vino adquirió fama mundial. El champán, tal y como lo conocemos hoy, se elabora mediante el méthode traditionnelle (añadiendo una segunda fermentación en la botella), inventado por el monje Dom Pérignon en 1668. El resto es, como se dice, historia.
Experto en efervescencia
Dado que la Champaña está dividida en cinco zonas principales, no puedes verlas todas en un fin de semana, así que es mejor limitarse a una o dos. Por ejemplo, la Montagne de Reims es una zona de Pinot Noir y cuenta con la mayoría de los pueblos Cru (viñedos superiores). Otra región popular es Vallée de la Marne, especializada en la uva tinta Pinot Meunier, que suele mezclarse con otras uvas, mientras que Côte des Blancs es famosa por su burbujeante Chardonnay. Si prefieres algo más alternativo, visita la Côte de Sézanne, plantada principalmente con Chardonnay, o quédate en Troyes para disfrutar de un champán sorprendentemente asequible y descubrir el burbujeante no vintage de Aube.
Una iglesia de las afueras de Reims rodeada de viñedos.
Foto: ShutterstockSi quieres ver algo diferente, visita la region de Côte des Bar region en Aubes.
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Entre uvas
Muchos visitantes optan por los grandes como Moët & Chandon y Dom Perignon para realizar catas y visitas. Aunque el vino es divino, recomendamos visitar las casas vinícolas mas pequeñas e independientes para conocer a los viticultores que cosechan sus propias uvas. Algunas bodegas más pequeñas, como La Villa Champagne Ployez-Jacquemart también ofrecen alojamiento. En este viñedo familiar de la Montaña de Reims puedes degustar el champán en su gran villa blanca o en su jardín durante el verano. También puedes alojarte en Les Avises, dirigido por la familia Selosse, conocida por su bodega biodinámica.
La estatua del monje benedictino y perfeccionador de champán Dom Pérignon, en Épernay.
Foto: ShutterstockEl pueblo de Grand Cru de Aÿ, en el Valle de la Marne, es la meca de los amantes del champán.
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Descorchando
Debido al COVID-19, es más importante que nunca reservar las visitas guiadas y las catas con antelación, ya que muchas bodegas reciben solo con cita previa. Por ejemplo, puedes realizar una visita guiada a las bodegas Vollereaux, en el Valle del Marne, para conocer su proceso y disfrutar de una cata de champán maridada con chocolate artesanal. O entrenar el olfato y el paladar en la clase magistral de champán de Le Clos Corbier con almuerzo en Aÿ. En esta zona también se encuentra la prestigiosa bodega familiar Henri Goutorbe, donde todo el champán pasa por un riguroso panel de cata y se almacena en bodegas durante al menos tres años antes de la apertura.
Vino y cena
Hasta que se pueda volver a viajar, prueba el champán desde la comodidad de tu casa. Puedes hacerlo como preparación para tu viaje. Omio cuenta con varios aficionados al champán en su plantilla, así que hemos recopilado nuestras burbujas favoritas, desde blanc de blancs (champagnes elaborados únicamente con variedades blancas) hasta un rosado y un Grand Cru. Una vez que lo abres, no puedes parar.
Nicolas Feuillatte Réserve Exclusive Brut
Un buen champán no tiene por qué ser caro. Esta botella de menos de 35 €, que combina bien con langosta o pollo, contiene sabores afrutados, cítricos dulces y notas de frutos secos tostados.
Ruinart Champagne existe desde 1729 y cosecha sus uvas Chardonnay en las regiones de Côte des Blancs y Montagne de Reims.
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Eric Rodez Rose Champagne Grand Cru
Este espumoso rosado del pueblo Cru de Ambonnay cuesta unos 50 €. La mezcla de Pinot Noir y Chardonnay, de color rosa intenso y notas redondas, combina bien con postres de frutos rojos o como acompañamiento de sushi.
Ruinart Brut Blanc de Blancs
Este champán cuenta con una armoniosa y exuberante mezcla de Chardonnay premier Cru de las mejores añadas recientes. Cuesta unos 68 € y es ideal para esos momentos de celebración por los que se conoce al champán.